Estadísticas de la UNESCO revelan que sólo el 30% de las mujeres alrededor del mundo escogen estudios superiores dentro del campo de las ciencias, la tecnología, ingeniería y matemáticas. A nivel mundial, la matrícula de estudiantes femeninas es particularmente baja en tecnología de la información y las comunicaciones (TIC), con un 3%; ciencias naturales, matemáticas y estadísticas, con un 5%, y en ingeniería, manufactura y construcción, 8%.
La mayor causa de esta situación, no es porque a las niñas no les gusten las ciencias, sino que son retenidas por la discriminación, los prejuicios y los estereotipos de la sociedad que, desde hace mucho tiempo, han mantenido a las niñas alejadas de los campos relacionados con la ciencia. Tal desigualdad es responsable de que hoy en día, solo el 28% de los investigadores alrededor del mundo, son mujeres. Esta es una de las razones por las que solo 17 mujeres han ganado el Premio Nobel de física, química o medicina desde Marie Curie, quien fue la primera mujer en recibirlo, en 1903.
El libro Descifrar el código: la educación de las niñas y las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), publicado por la UNESCO en 2017, destaca la importancia de fomentar el interés desde los primeros años, luchar contra los estereotipos, capacitar a los maestros para alentar a las niñas a perseguir carreras STEM, desarrollar planes de estudio que tengan en cuenta el género, orientar a las niñas y mujeres jóvenes a cambiar la mentalidad.
Las niñas y las mujeres son actores clave en la elaboración de soluciones para mejorar vidas y generar beneficios de crecimiento. Es por esto que desde la Fundación Tropicalia, cada año desarrollamos el campamento Soy niña, soy importante, a través del cual empoderamos a las niñas de Miches, para que entiendan la importancia de valorarse a sí mismas y reconozcan cuán importantes son en la sociedad y el valor que tienen sus decisiones.
La ciencia y la igualdad de género son vitales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluidos en la Agenda 2030. En los últimos 15 años, la comunidad internacional ha hecho un gran esfuerzo inspirando y promoviendo la participación de las mujeres y las niñas en la ciencia. Sin embargo, ellas se siguen encontrando con barreras que les impiden participar plenamente en esta disciplina. Con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, y además para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó en 2016, el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
Irina Bokova, directora general de la UNESCO, explica que “La subrepresentación de las niñas en educación en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas está profundamente arraigada y frena negativamente el progreso hacia el desarrollo sostenible”.