Sobre la Fundación Tropicalia: Durante 10 años la Fundación Tropicalia ha estado trabajando en Miches, República Dominicana, apoyando el desarrollo socioeconómico y ambiental de la región. En asociación con instituciones internacionales, del sector público y privado, así como de la sociedad civil y la académica. La fundación, en coordinación con la comunidad, diseña e implementa programas en cuatro áreas clave: productividad, medioambiente, educación y apoyo sociocultural. Durante la última década, entre todos los programas se han registrado unas 10,000 participaciones, entre los cuales el 65% de los beneficiarios son niños y adolescentes.
Sofia Perazzo, miembro fundadora de la Fundación Tropicalia, figuraba como la gerente de proyectos (2008-2011) y luego pasó a ser la directora ejecutiva (2011-2017) de la institución. Lo que sigue es un recuento del inicio y la evolución estratégica de la Fundación Tropicalia, que hoy día se ha consolidado en un aliado para el desarrollo sostenible de este bello destino.
Por: Sofía Perazzo, Vicepresidente de sostenibilidad de Cisneros Real Estate
Describir lo que hace la Fundación es fácil, pero convertir las palabras en acción ha sido un viaje profesional y personal desafiante y satisfactorio para todos en nuestro equipo. Algunos de nosotros nos mudamos a la República Dominicana y otros se mudaron a la ciudad de Miches. Vivir lado a lado con el destino, la gente y el país, nos ha brindado un espacio único para establecer relaciones con personas perseverantes y admirables, quienes nos inspiran a dar lo mejor de nosotros cada día.
Cuando llegamos a Miches en 2008, recuerdo que en uno de nuestros primeros encuentros con la comunidad presentamos nuestra oferta de trabajo - junto con el equipo, explicamos que venimos a traer programas educativos y culturales, a través de la Fundación Cisneros, a las escuelas de la zona. En ese encuentro una señora se puso de pie, y nos preguntó “Todo muy bien, pero, aparte de educacion y cultura, ¿qué más traen?”. Me quedé impactada, porque supe que en primer lugar no se estaba valorando la importancia de la educación y cultura, bien sea porque no logramos explicarnos bien, o tal vez por la experiencia que había tenido la señora con estos temas; y segundo, porque, de cierta forma, la señora me hizo entender que habían muchas necesidades en la comunidad, estando entre las más pobres y aisladas del país en aquel entonces. Debo confesar que nos sentimos abrumados, pero con un norte claro. Efectivamente pensamos en una oferta integral para responder estratégicamente a algunas de estas necesidades.
Diez años después, a través de la labor de un equipo que se apasiona por el trabajo social, me siento muy satisfecha de poder responderle a la señora, no con ideas, sino con acciones concretas, amplias y participativas, para promover el desarrollo sostenible de su comunidad. En este lapso de tiempo han venido inversiones sociales nuestras, de aliados y del estado, lo que ha significado para Miches un crecimiento significativo en su infraestructura escolar, vial y de telecomunicaciones, entre otros aspectos.
Empezamos a trabajar en el 2008 de la mano con el que hoy es un aliado de muchos años, el Banco Popular Dominicano, cuyos representantes nos entrenaron en su programa de recuperación de escuelas rurales. Fue así que lanzamos el primer programa educativo de la Fundación Tropicalia,el Programa de recuperación y mantenimiento de escuelas (PRyME). La gran enseñanza de esta iniciativa fue ver cómo los centros escolares son un foco comunitario importantísimo y que a través de la ejecución de cada PRyME construimos relaciones y amistades fuertes, que nos permitieron conocer más a fondo las realidades del entorno. Esto desarrolló en nosotros una profunda empatía con las personas que son apoyadas a través de nuestros programas.
La empatía, el conocimiento local y la convivencia son clave cuando - desde organismos de desarrollo - diseñamos programas destinados a la comunidad, que deben generar valor y ser pertinentes para el destino turístico de Miches, para sus habitantes, para la fundación y para el tejido social general. Es así, que después de PRyME, han venido otros programas que incluyen: capacitación de maestros, becas y formación complementaria en la escuela; rescates de playa y estudios ambientales; capacitaciones para microempresarios y productores; promoción sociocultural y de equidad de género, entre varios otros. Nuestros primeros socios estratégicos, entre ellos destacamos Fondesa, la Universidad Abierta para Adultos, Universidad ISA, el INDOTEL, Artemiches, MINERD, CONATURA, y muchos otros, nos ayudaron a sentar las bases de una estructura de trabajo variado, complejo, desafiante y sumamente gratificante.
Al principio organizamos nuestra cartera de trabajo bajo los tres pilares de sostenibilidad - lo social, ambiental y económico. En pocos años nos dimos cuenta que la sostenibilidad es transversal, y nos planteamos organizarnos bajo cuatro grandes áreas pragmáticos que guían nuestros esfuerzos: medioambiente, productividad, educación y apoyo sociocultural. Empezamos con un empleado, y luego crecimos a un equipo fijo de 7 personas, cientos de voluntarios y decenas de consultores y facilitadores. Ha sido un camino de mucho aprendizaje, donde los éxitos y los fracasos vienen juntos, y estos últimos nos ponen a prueba. Optimistas al fin, nunca perdimos de vista nuestra misión y el compromiso con nuestro mandato - apoyar y contribuir con el desarrollo sostenible del destino.
A lo largo de 10 años hemos sido reconocidos por la Organización Mundial de Turismo de las Naciones Unidas, como una de las ONG más innovadoras en materia de turismo sostenible; hemos puesto en funcionamiento más de 30 programas de desarrollo comunitario, de los cuales 8 son programas fijos, y hemos impactado positivamente a unos 10 mil habitantes de Miches.
Pero más allá de estos números, lo más impactante son las historias reales de las personas, y sobretodo de los jóvenes y los niños, con quien hemos trabajado y que han tomado un giro en sus vidas, porque supieron aprovechar las oportunidades que se presentaban. Tal es el caso de los jóvenes que accedieron nuestro programa de becas con la Universidad ISA, algunos de los cuales hoy día son ingenieros agrónomos y han podido insertarse en el mercado laboral, efectivamente rompiendo su ciclo familiar de pobreza.
El logo que desarrollamos para festejar nuestro 10o aniversario, está compuesto de mosaicos. Al igual que una pintura impresionista, cuando ves muy de cerca la imagen, solo se aprecia un color o una forma, pero no se entiende la imágen completa. Más bien, debes alejarte de la obra para apreciar que con muchas piececitas de cerámicas pegadas juntas, se conforma una gran imagen. Sentimos que el camino hacia el desarrollo sostenible es igual, son muchas acciones por mucho tiempo que te construyen la visión y el camino hacia el destino esperado.
Los próximos diez años seguiremos pegando nuestras piececitas cerámicas para seguir creando la obra maestra de un destino turístico sostenible.